Los 5 anillos (Part V)

Go Rin no Sho (PART V)

"Sujetar la almohada"

Sujetar la almohada significa no dejar que alguien levante cabeza. En las artes
marciales, en el transcurso de un duelo, es malo ser manejado por los demás. Es
deseable manejar a los adversarios con libertad, por cualquier medio a vuestro
alcance. Sin embargo, los adversarios estarán pensando lo mismo, y vosotros
también tenéis esta intención, pero es imposible tener éxito en esto sin
comprender lo que los demás están haciendo. Las artes marciales incluyen detener
los golpes de un adversario, bloquear sus ataques y deshacer sus presas.
"Sujetar la almohada" significa que cuando habéis alcanzado realmente el dominio
de mi ciencia y estáis luchando contra un adversario, siempre que...
éste dé
muestras de intentar hacer un movimiento, lo percibís antes de que actúe.
Detener el ataque de un adversario desde el inicio, no dejándole seguir hasta el
final es lo que significa "sujetar la almohada". A modo de ilustración, impedís
que el ataque del adversario, por ejemplo, a partir de la letra a; impedís el
salto del adversario a partir de la letra s, e impedís el corte del adversario a
partir de la letra c. Todos esto ejemplos lo son de la misma idea. Siempre que
los adversarios intenten atacaros, dejadlos continuar y haced algo que sea
inusual, al mismo tiempos que les impedís hacer algo que sea útil. Esto es
esencial en la ciencia militar. En este punto, si intentáis reprimir a los
adversarios, ya estáis retrasados. Lo fundamental es que hagáis técnicamente
cualquier cosa que hagáis, socavando en su raíz el primer impulso del
adversario. Manipular a los adversarios de esta forma es dominar el arte de la
guerra, lo cual se consigue con la práctica. Realizar la técnica de "sujetar la
almohada" exige un atento examen.

Atravesar un brazo de mar

Cuando atravesáis el mar, existen lugares llamados estrechos. Pero también hay
lugares de veinte o treinta kilómetros de ancho que atravesáis en el mar y que
se llaman brazos de mar. Caminando por el mundo de los humanos, a lo largo de la
vida se presentan muchas situaciones que podrían llamarse atravesar un brazo de
mar. En las rutas marítimas, sabiendo dónde están los brazos de mar, conociendo
el estado de las embarcaciones y del tiempo, e incluso sin navegar en compañía
de otras embarcaciones, os adaptáis al estado de tiempo, aprovechándoos a veces
de los vientos, consiguiendo en ocasiones incluso vientos favorables, sabiendo
que si el viento cambia puedes alcanzar el puerto a remo, os ponéis al mando del
barco y atravesáis el brazo de mar. Con esa actitud, al pasar por el mundo de
los seres humanos, debéis tener el sentimiento de atravesar un brazo de mar en
situación de emergencia. En las artes marciales, en medio de la batalla, es
también esencial "atravesar el brazo de mar". Sintiendo el estado de los
adversarios, conscientes de vuestra propia maestría, atravesáis el brazo de mar
gracias a los principios apropiados, lo mismo que un capitán avezado recorre la
ruta marítima. Habiendo atravesado el brazo de mar, además estamos con el
espíritu en paz. Para "atravesar un brazo de mar", poned al adversario en
posición de debilidad y arremeted; entonces ganaréis en general muy rápidamente.
Ya se trate de ciencia militar a gran escala o de las artes marciales
individuales, el sentido de atravesar un brazo de mar es esencial. Debe ser
saboreado profundamente.

Conocer el estado de las cosas

En la ciencia militar a gran escala, conocer el estado de las cosas significa
discernir el auge y la decadencia de los adversarios, distinguiendo las
intenciones de las tropas enemigas y percibiendo su condición, exhibiendo
claramente el estado de las cosas, determinando cómo desplegar vuestras propias
tropas y, de este modo, cómo obtener una victoria certera mediante los
principios de la ciencia militar, librando la batalla con el conocimiento de lo
que viene a continuación. En las artes marciales individuales, vosotros
determináis también cuáles son las tradiciones del adversario, observáis su
carácter personal, averiguáis la fuerza y debilidad de la gente, maniobráis
contra las expectativas de los enemigos, os dais cuenta de los momentos álgidos
y bajos del mismo, os aseguráis de los ritmos que hay entre ellos y hacéis el
primer movimiento; esto es esencial. Si es grande vuestro propio poder de
intuición, el estado de las cosas será visible para vosotros. Una vez que habéis
alcanzado una maestría independiente y completa de las artes marciales, seréis
capaces de adivinar el espíritu de vuestros adversarios y encontrar así muchas
formas de ganar. Esto requiere un trabajo.

Detener un sable

Detener un sable es un movimiento que se utiliza sólo en las artes marciales.
Ante todo, en la ciencia militar a gran escala, incluso con arcos y armas de
fuego, cuando los adversarios os atacan con todo lo que tienen, después de haber
disparado su primera andanada y mientras están renovando sus proyectiles, es
difícil para vosotros lanzar vuestro ataque si estáis poniendo la flecha en el
arco o cargando el arma de fuego. La idea consiste en atacar rápidamente
mientras que el enemigo está intentando disparar. El sentido de esta acción es
que si atacáis rápidamente, es difícil usar las flechas contra vosotros, e
igualmente difícil dispararos con un arma de fuego. La idea consiste en que
siempre que los adversarios ataquen con arcos o armas de fuego, inmediatamente
sentís su pauta de comportamiento y obtenéis la victoria bloqueando cualquier
táctica que el atacante utilice. Del mismo modo, en el contexto de las artes
marciales individuales, si golpeáis al inicio del ataque del sable del
adversario, el combate se convierte en un desorden, en un intercambio
desordenado de golpes, y no llegáis a ningún lado. Cuando un adversario golpea
con su sable, superad su ataque bloqueando hacia abajo con el pie su sable, para
que no pueda intentar un segundo golpe. El bloqueo no se lleva a cabo sólo con
los pies, tenéis también que aprender a "bloquear" con el cuerpo, "bloquear" con
la mente y, por supuesto, "bloquear" con un sable, de tal forma que impidáis al
adversario llevar a cabo un segundo movimiento. Esto significa tomar la
iniciativa en cualquier cosa. No significa golpear al azar al adversario con la
idea de concluir el combate de repente. Significa continuar al instante sin
ceder. Esto debe ser investigado en profundidad.

Conocer la desintegración

La desintegración es algo que le sucede a todas las cosas. Cuando se desploma un
caballo, una persona o un adversario, se desmoronan del ritmo del tiempo. En la
ciencia militar a gran escala, también es esencial encontrar el ritmo de los
adversarios cuando se desmoronan y perseguirlos sin dejarles apertura alguna. Si
perdéis la oportunidad de los momentos vulnerables, perderéis la oportunidad del
contraataque. En las artes marciales individuales también sucede que un
adversario pierda el ritmo en el combate y empiece a desmoronarse. Si dejáis
pasar esa oportunidad, el adversario se recuperará y frustrará vuestro intento.
Es esencial reforzar firmemente el ataque en el momento de cualquier pérdida de
posición por parte de un adversario, para impedirle que se recupere. La
persecución exige poder y también ser contundentes; todo consiste en golpear de
una forma violenta y de tal manera que un adversario no pueda recuperarse. Esta
forma de golpear se debe analizar cuidadosamente. No hacerlo produce una
sensación de negligencia. Esto es algo que exige trabajo.

Convertirse en el adversario

Convertirse en el adversario significa que debéis poneros en el lugar del
adversario y pensar desde su punto de vista. Tal como veo las cosas, si un
ladrón se introduce en una casa, es considerado un adversario poderoso. Sin
embargo, desde mi punto de vista, todo el mundo está contra él. Se encuentra
arrinconado en una situación desesperada; el que esta arrinconado es el faisán;
quien entra para combatirle es el halcón. Esto requiere una atenta reflexión.
Igualmente, en la ciencia militar a gran escala, se considera que los
adversarios son poderosos y que hay que tener cuidado con ellos. Cuando tenéis
buenas tropas, conocéis bien los principios de las artes marciales y sentís la
forma de vencer al enemigo, no tenéis que preocuparos. En las artes marciales
debéis también poneros en la posición del adversario. Cuando alguien encuentra a
un maestro de esta ciencia, a alguien que comprende las artes marciales y es
experto en ellas, se considera perdido (Musashi se refiere a sus discípulos como
si fueran ya maestros de las artes marciales y les inspira confianza,
haciéndoles tomar conciencia de su ventaja anímica sobre el adversario que se ha
percatado de su maestría). Reflexionad bien sobre esto.

Abandonar las cuatro manos

Abandonar las cuatro manos se presenta cuando vosotros y el adversario os
halláis empatados y no se hace ningún progreso en la lucha. Significa que cuando
pensáis que vais a llegar a un empate, detenéis esta posibilidad inmediatamente
y alcanzáis la victoria aprovechándoos de un enfoque diferente. También en la
ciencia militar a gran escala, si hay un empate total y no se hace ningún
progreso, se producirá una pérdida de personas. Es fundamental detener esto
inmediatamente y alcanzar la victoria tomando ventaja de una táctica
insospechada por el enemigo. También en las artes marciales individuales, si
pensáis que estáis llegando a un empate, es fundamental cambiar inmediatamente
vuestro enfoque, averiguar el estado del adversario y determinar cómo vencer por
medio de una táctica muy diferente.

Mover las sombras

Mover las sombras es algo que hacéis cuando no podéis discernir lo que está
pensando el adversario. En la ciencia militar a gran escala, cuando no podéis
discernir el estado del enemigo, fingís lanzar un ataque poderoso para ver cómo
reacciona. Habiendo visto los métodos del enemigo, es fácil alcanzar la victoria
aprovechándose de diferentes tácticas adaptadas especialmente a cada caso.
También en las artes marciales individuales, cuando un adversario está
blandiendo su sable detrás de él o a un costado, y está a punto de golpear
repentinamente, éste muestra su intención en su sable. Una vez que ha mostrado
perceptiblemente sus intenciones, inmediatamente sentís la ventaja y sabéis cómo
ganar con certeza. Si no estáis atentos, perderéis el ritmo. Esto debe ser
examinado en profundidad.

Detener las sombras

Detener las sombras es algo que hacéis cuando son perceptibles las intenciones
agresivas de los enemigos hacia vosotros. En la ciencia militar a gran escala,
esto significa detener la acción del enemigo en el mismo momento de su impulso
para actuar. Si demostráis poderosamente a los adversarios cómo controláis la
ventaja, cambiarán de intención, inhibidos por esa fuerza. Vosotros también
cambiáis de actitud hacia una mente vacía; a partir de ella tomáis la iniciativa
y alcanzáis la victoria. Igualmente en las artes marciales individuales,
utilizáis un ritmo de ventaja para detener la firme determinación de la
motivación del adversario; después encontráis la ventaja para ganar en el
momento de la pausa y tomáis la iniciativa. Esto debe tratarse en profundidad.

Contagio

Existe el contagio en todo. Incluso el sueño puede ser contagiado, lo mismo que
el bostezo. Existe el contagio incluso de una época. En la ciencia militar a
gran escala, cuando los adversarios están excitados y con toda evidencia tienen
prisa por actuar, os comportáis como si estuvierais somnolientos, dando la
apariencia de estar completamente relajados y tranquilos. Haced esto, y los
mismos adversarios se verán influidos por este estado de ánimo y perderán su
entusiasmo. Cuando creáis que los adversarios se han visto contagiados por este
estado de ánimo, vaciáis vuestra propia mente y actuáis rápidamente y
firmemente, obteniendo así la ventaja de la victoria. Igualmente en las artes
marciales individuales, es esencial estar relajado en cuerpo y espíritu, darse
cuenta del momento en que el adversario se relaja y tomar inmediatamente la
iniciativa para ganar. También existe algo llamado "embriagar" que es similar al
contagio. Un estado de ánimo embriagante es el aburrimiento. Otro es la
inquietud. Otro es la pusilanimidad. Esto debe ser trabajado en profundidad.

La perturbación

La perturbación sucede en cualquier clase de cosas. Una de las formas en que
sucede es a través del sentimiento de estar bajo una aguda presión. Otra es a
través del sentimiento de una fuerza irracional. Una tercera forma es a través
del sentimiento de sorpresa ante lo inesperado. En la ciencia militar a gran
escala, es fundamental producir perturbación. Es esencial atacar resueltamente,
mientras sus mentes están perturbadas, aprovechad esto para tomar la iniciativa
y ganar. También en las artes marciales individuales, al principio os mostráis
relajados, después arremetéis repentinamente y con fuerza; cuando el espíritu
del adversario se desequilibra, es esencial que observéis lo que hace, no
permitiéndole que se relaje ni un solo momento, percibiendo la ventaja del
instante y discerniendo inmediatamente en ese instante cómo vencer. Esto debe
ser investigado diligentemente.

La amenaza

Existe el temor en todo. Eso significa ser amilanado por lo inesperado. Incluso
en la ciencia militar a amplia escala, amenazar a un adversario no es algo que
se hace a la vista. Podéis amenazarle por el sonido, podéis amenazarle haciendo
que lo pequeño parezca grande, y podéis amenazarle realizando un movimiento
inesperado de costado. Éstas son las situaciones en las que se produce el temor.
Si podéis captar el momento del miedo, podéis aprovecharos de él para obtener la
victoria. También en las artes marciales individuales podéis amenazar por medio
de vuestro cuerpo, podéis amenazar por medio de vuestro sable, y podéis amenazar
por medio de vuestra voz. Lo que es esencial es hacer repentinamente un
movimiento totalmente inesperado para el adversario, aprovecharos de la ventaja
del temor causado y alcanzar la victoria en ese mismo instante y lugar. Esto
debe ser trabajado en profundidad.

Engancharse con fuerza

Engancharse con fuerza significa que cuando estéis luchando a una distancia
corta, vosotros y vuestro adversario ejercéis recíprocamente una gran fuerza una
contra el otro, y si veis que el combate no está yendo bien, entonces os
engancháis con fuerza a vuestro adversario; el punto esencial es aprovecharse de
la oportunidad de ganar aunque estéis luchando codo con codo. Ya se trate de la
ciencia militar a pequeña o gran escala, cuando vosotros y los adversarios
habéis tomado los costados, estáis frente a frente y no está claro quién
vencerá, inmediatamente os engancháis con fuerza a los adversarios, de modo que
no podáis ser separados, y en ese proceso encontráis la ventaja, determináis
cómo vencer y alcanzáis la victoria fulminantemente; esto es algo que pertenece
a la quintaesencia de la técnica. Esto debe ser estudiado diligentemente.

Atacar los costados

Atacar los costados significa que cuando ejercéis fuerza contra algo que es
fuerte, difícilmente cede de inmediato y por las buenas. En la ciencia militar a
gran escala, observad las tropas enemigas, cuando hayan avanzado, atacad el
costado de su frente más fuerte y obtendréis la ventaja. Una vez que se colapsa
ese costado, todo el mundo se ve envuelto en un sentimiento de colapso. Incluso
en el momento en que se están colapsando, es esencial darse cuenta de cuándo
está listo para avanzar cada costado e intuir cuándo vencerlo. También en las
artes marciales individuales, cuando inflingís dolor en una parte de su cuerpo
cada vez que el adversario hace un movimiento agresivo, su cuerpo se debilitará
paulatinamente hasta que está listo para desmoronarse y es fácil vencerlo. Es
esencial estudiar esto cuidadosamente para descubrir por qué parte podéis ganar.


Aturdir

Aturdir a los adversarios significa actuar de tal forma que le impidáis mantener
una mente tranquila. En la ciencia militar a gran escala esto significa que
adivináis el estado de mente de vuestros enemigos y utilizáis el poder de
vuestro conocimiento del arte de la guerra para manipular su atención,
haciéndoles tener pensamientos confusos sobre lo que vais a hacer. Esto
significa encontrar un ritmo que confunda a los enemigos, discerniendo con
exactitud dónde podéis ganar. Igualmente, en las artes marciales individuales
podéis intentar diversas maniobras según la oportunidad del momento, haciendo
pensar al adversario que vais a hacer en un momento una cosa, después otra, y a
continuación otra cosa diferente, hasta que veis que el adversario empieza a
estar aturdido y de esta forma vencéis cuando queréis. Ésta es la esencia de la
batalla; esto debe estudiarse cuidadosamente.

Los tres gritos

Los tres gritos se llaman el grito inicial, el grito medio y el grito final. El
punto esencial es lanzarlos de acuerdo con la situación. Como un grito es
poderoso, gritamos en casos de emergencia, incendios y tempestades; la voz
muestra fuerza y poder. En la ciencia militar a gran escala, al principio de la
batalla el grito debe ser lo más fuerte posible, en medio de la batalla el grito
debe ser de un tono grave y surgir de las profundidades, mientras que después de
la victoria el grito debe ser alto y fuerte. Éstas son las tres clases de grito.
En las artes marciales individuales se finge y se grita para hacer mover al
adversario, y después golpear tras el grito. También se grita después de haber
abatido a un adversario, con un grito que señala la victoria. Éstos se llaman
los gritos anterior y posterior. Nunca se grita en el mismo momento en que se
blande el sable. Cuando gritáis en medio de la batalla, utilizáis el sonido para
aumentar el ritmo, gritando en un tono grave.

Mezclarse

En el contexto de un combate a gran escala, mezclarse significa que cuando dos
grupos están frente a frente y vuestros adversarios son fuertes, atacáis uno de
los flancos del adversario, como para mezclaros con ellos; después, cuando veis
que los adversarios se derrumban, abandonáis el flanco y atacáis de nuevo en su
punto fuerte. En general, la idea consiste en atacar como un viento en zigzag.
Esto es también fundamental en el contexto de las artes marciales individuales,
cuando os enfrentáis solos a un grupo de adversarios. Cada vez que habéis
acabado con uno o le habéis hecho huir, atacáis a uno que sea fuerte,
encontrando el ritmo del adversario, haciendo un zigzag de izquierda a derecha a
un ritmo adecuado y observando la situación del adversario, para que el ataque
sea eficaz. Cuando habéis encontrado las filas enemigas y vais a arrojaros sobre
ellas, el principio de la ventaja consiste en alcanzar la victoria con fuerza,
sin ninguna reserva. Este estado de espíritu también se aplica a la situación en
la que os estáis acercando a un poderoso adversario en un combate individual. El
sentido de mezclarse consiste en sumergirse directamente en medio del adversario
sin vacilar en vuestros pasos. Esto debe ser distinguido con atención.

Aplastar

Aplastar exige un estado interno de querer aplastar, como cuando se imagina uno
que el adversario es débil y así uno se hace fuerte, para conseguir vencerlo. En
la ciencia militar a gran escala, esto significa mirar por encima del enemigo
cuyo número es pequeño, o incluso si son muchos, cuando los adversarios están
desmoralizados y debilitados, concentrad vuestra fuerza en aplastarlos y así los
neutralizaréis. Si vuestro aplastamiento es débil, puede volverse contra
nosotros. Tenéis que distinguir atentamente el estado de espíritu en el que
disponéis claramente del control cuando aplastáis. Igualmente, en el contexto de
las artes marciales individuales, cuando vuestro adversario no tiene la misma
capacidad que vosotros, o cuando su ritmo decrece, o cuando empieza a
retroceder, es esencial no dejarle recuperar su aliento. Neutralizadlo sin tan
siquiera darle el tiempo de parpadear. Lo más importante es no permitirle que se
recupere. Esto debe ser estudiado muy cuidadosamente.

El cambio de la montaña y el mar

"La montaña y el mar" significa que es mala táctica hacer una y otra vez lo
mismo. Tal vez tengáis que repetir algo alguna vez, pero no debe repetirse una
tercera vez. Cuando intentáis alguna táctica sobre un adversario, si no funciona
la primera vez, no obtendréis ningún beneficio precipitándoos a hacerla de
nuevo. Cambiad vuestras tácticas de manera abrupta, haciendo algo completamente
diferente. Si todavía esto no funciona, intentad alguna otra cosa. Así pues, la
ciencia de las artes marciales implica la presencia del espíritu para actuar
como el mar, cuando el enemigo es como una montaña, y actuar como una montaña,
cuando el enemigo es como el mar. Esto exige una atenta reflexión.

La desmoralización

Cuando luchéis con un adversario y estéis ganando gracias a vuestra habilidad en
esta ciencia, vuestro adversario puede todavía hacerse ilusiones y, aunque
parece que está vencido, por dentro todavía se niega a reconocer la victoria.
Desmoralizadlo en estos casos. Esto significa cambiar vuestra actitud
repentinamente para impedir que el enemigo siga manteniendo dichas ilusiones;
así lo principal es ver que los adversarios se sienten derrotados en el fondo de
su corazón. Podéis desmoralizar a la gente con armas o con vuestro cuerpo o con
vuestro espíritu. No debe ser entendido esto sólo de una forma. Cuando vuestros
enemigos se han desmoralizado totalmente, ya no les prestéis atención. Por lo
demás, permaneced atentos. Mientras que los enemigos tengan ambiciones,
difícilmente se desmoronarán. Tanto en las artes marciales a gran escala o a
pequeña escala, la técnica de la desmoralización debe practicarse en
profundidad.

Renovarse

Cuando estáis combatiendo contra los enemigos, si tenéis la sensación de estar
estancados y de no hacer ningún progreso, abandonad vuestro estado de ánimo y
pensad en vuestro corazón que estáis empezando algo nuevo. Cuando conseguís el
ritmo, ya sabéis cómo ganar. Esto es "renovarse". En cualquier ocasión en que
sintáis cómo aumenta la tensión y la fricción entre vosotros y los demás, si
cambiáis vuestro estado de espíritu en ese mismo momento, podéis ganar por la
ventaja de una diferencia radical. Esto es "renovarse". En la ciencia militar a
gran escala es esencial entender la táctica de renovarse. Es algo que aparece de
repente a lo largo del poder del conocimiento de las artes marciales.
Reflexionad bien sobre esto.

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